El día que se encontraron, ninguno atinó a decir nada, ni siquiera un saludo brotó de sus labios. Se miraron, como quien mira un retrato, observaron sus diferencias, las cuales parecían ser solo de vestimenta y continuaron su camino.
Ninguno de los dos se olvidará del otro, eso es indudable, ambos grabaron en su mente cada detalle de su sosias, bastara con mirarse al espejo para traer el recuerdo del otro.
Uno nació en la ciudad, el otro, en el campo, ambos adolescentes. Uno debe ser el último gaucho viviente, y calza como tal, a caballo, camisa y bombacha, espuelas y botas. El otro, un ser nocturno, remera negra, cabello largo y pantalón vaquero.
Uno recuerda la hora del suceso y regresa cada día que puede al lugar del encuentro, con la esperanza de ver ¿Qué estará haciendo aquel? ¿Qué será de la vida de su gemelo? El otro, recuerda el día y regresa cada año al lugar, preguntándose ¿Por qué no le dijo algo? ¿Qué será del otro?, pero minutos antes del encuentro se marcha.
Ambos son idénticos en cada célula, en cada átomo, sus diferencias solo se formaron por el ambiente que se les destino, sin embargo, por azar del destino sus pensamientos han de ser los mismos y es posible que el otro también escriba esto, esperando que alguna vez llegue a los ojos de su par.
Nunca han de encontrarse de nuevo, el universo no comete el mismo error dos veces.
Ninguno de los dos se olvidará del otro, eso es indudable, ambos grabaron en su mente cada detalle de su sosias, bastara con mirarse al espejo para traer el recuerdo del otro.
Uno nació en la ciudad, el otro, en el campo, ambos adolescentes. Uno debe ser el último gaucho viviente, y calza como tal, a caballo, camisa y bombacha, espuelas y botas. El otro, un ser nocturno, remera negra, cabello largo y pantalón vaquero.
Uno recuerda la hora del suceso y regresa cada día que puede al lugar del encuentro, con la esperanza de ver ¿Qué estará haciendo aquel? ¿Qué será de la vida de su gemelo? El otro, recuerda el día y regresa cada año al lugar, preguntándose ¿Por qué no le dijo algo? ¿Qué será del otro?, pero minutos antes del encuentro se marcha.
Ambos son idénticos en cada célula, en cada átomo, sus diferencias solo se formaron por el ambiente que se les destino, sin embargo, por azar del destino sus pensamientos han de ser los mismos y es posible que el otro también escriba esto, esperando que alguna vez llegue a los ojos de su par.
Nunca han de encontrarse de nuevo, el universo no comete el mismo error dos veces.
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